Yuyay
Por Alejandro Rosero Montenegro
Facebook: alejandro.rosero2
¿Se acuerdan de ese comercial que tuvo tanto éxito en la televisión colombiana? Sí, ese en que los contratistas se echaban la culpa de un daño en una tubería, en una calle y donde todos se tiraban la pelota de uno a otro y a otro hasta que le echaban la culpa al Tubo.
Pues algo así está ocurriendo en la agitada agenda política del país por estos días, los exfuncionarios de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo terminaron haciendo jugaditas, de esas que tanto criticaron en los gobiernos anteriores y que hoy parecen repetirse como un eco infinito que responde siempre con la misma palabra: Corrupción.
Desde que tengo uso de razón, y ya son bastantes años, he comprendido que el principal enemigo para el desarrollo de este país es la corrupción, esos entramados donde coima va coima viene, tú me ayudas yo te ayudo, tú me nombras yo te nombro y otra serie de costumbres politiqueras que le están ROBANDO (lo escribo con mayúsculas para que no quede duda) los recursos al erario.
Y es que duele sobre manera que esa platica, que era para llevar agua a la Guajira, se haya quedado en algún lado o en algunas manos que triplicaron los costos de los carrotanques para luego llevar ese dinero a congresistas que se presentaron como transparentes dignatarios de sus regiones y que resultaron más torcidos que nariz de bruja. (No hago alusión a ninguna senadora del Centro Democrático, no estaría en los cabales)
¿Pero saben qué es lo más doloroso? Que el Presidente de la República que ha tenido como una de sus principales banderas la lucha contra la corrupción, esté ahora a puertas de investigaciones de todas las ‘ías’, como si no estuvieran esperando un papayazo del señor Petro para caerle con todo convirtiéndose en el ‘Blanco’ de sus contradictores.
Ahora comenzará la Fiscalía a realizar su trabajo, porque esa es otra verdad: una cosa es lo que digan los exfuncionarios en los medios de comunicación que cumplen con la ley de ‘la chiva’ y otra es que ante el ente investigador presenten las pruebas que den razón a sus denuncias y que, como resultado del debido proceso, caigan los que tengan que caer y ojalá devuelvan el billete que se birlaron.
Lo siento por quienes se ilusionaron con la posibilidad del cambio y que hoy ven que parece alejarse. Espero que el señor Petro no termine involucrado directamente porque sería una sentencia de muerte para las ideas distintas que buscan cerrarle el paso a los tradicionales gamonales vestidos de azul o rojo que se siguen robando el amarillo de la bandera, así sea disfrazados de verdes o alternativos. Lo último: siempre habrá responsabilidad de Petro, porque se dejó meter los ‘goles’ en los nombramientos que dejó filtrar desde las corrientes políticas que quiso combatir.
Y al final nos seguiremos preguntando, ¿Quién tuvo la culpa?…