Por Aníbal Arévalo Rosero
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Una vez han pasado las fiestas de Navidad, fin de año y Carnaval, vamos retornando a nuestra realidad. El primero de enero se posesionaron las autoridades departamentales y municipales. Esperamos que los mandatarios sean coherentes con sus compromisos de campaña; que sean serios con su compromiso de no ir a saquear las arcas del erario. No robar es el primer mandamiento de la administración pública; para ello las autoridades de control deben estar atentos a vigilar de cerca, y enjuiciarlo, al funcionario que llegue con sus propósitos perversos, como todos ya los conocemos.
En esta oportunidad, queremos referirnos en particular a la administración del doctor Nicolás Toro en el municipio de Pasto. Una de las secretarías de gran responsabilidad, y que estábamos a la expectativa a quien nombraba el alcalde, es la de Educación, por la complejidad de los procesos pedagógicos, administrativos y comunitarios. Para muchos educadores, estudiantes, líderes cívicos y comunidad, cayó como un bálsamo cuando se conoció el nombre de Piedad Figueroa Arévalo.
El tema de la educación reviste una gran complejidad y responsabilidad. Hemos visto que se han nombrado en estos cargos tecnócratas que pueden ser buenos en materia administrativa, pero desconocen por completo el área de la educación. Hemos presenciado el nombramiento de secretarios de educación que son muy buenos firmando cheques, pero viven ausentes en el saber pedagógico. Y así no puede ser.
Es por ello que consideramos como un acierto el nombramiento de la docente Piedad Figueroa Arévalo en el cargo de secretaria de educación del municipio de Pasto; su trayectoria, experiencia y formación académica en las áreas de pedagogía, la hacen digna merecedora de ese cargo. Lo decimos con conocimiento de causa, al ser testigos de su desempeño.
Nacida en el Municipio de Potosí, Nariño; después de adelantar estudios básicos en su municipio, estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Nariño, donde al parecer despertó un sentimiento profundo por la poesía y los sueños de quimera. Se desempeñó como coordinadora académica del Colegio San Felipe Neri. Estudió Docencia Universitaria en la Universidad de Nariño. Fue docente de esta misma universidad. Posteriormente, se desempeñaría como subsecretaria de calidad en la Secretaría de Educación Municipal de Pasto. Participó en la formulación del Proyecto Piemsa, bandera de la administración de Pedro Vicente Obando.
Es una mujer amante de la poesía, ha publicado algunos textos, como el ‘Canto para el nuevo día’. Es poseedora de un gran talento, ampliamente conocedora de la pedagogía y los temas administrativos de educación.
Piedad Figueroa Arévalo fue escogida por el alcalde, Nicolás Toro, de una terna que se le presentó, y consideramos que fue un acierto por sus méritos, y, claro, es una mujer de retos y con capacidad para desempeñarse en un campo que lo conoce muy bien.
Entre esos grandes retos que tiene la nueva secretaria de educación están cumplir con los propósitos del presidente, Gustavo Petro, de brindar alimentación caliente para los jóvenes en las instituciones educativas y no solo limitarse a brindar alimentos industrializados. En este aspecto se necesita mucha vigilancia al suministro de los alimentos, por cuanto los escándalos de corrupción son gigantes.
El doctor Nicolas Toro anunció en campaña que le daría vida al proyecto Piemsa, impulsado por la administración Obando, con el maestro Henry Barco, como secretario de educación, que busca la pertinencia en los saberes, orientados hacia una educación que recoja elementos culturales de la región.
Y, por supuesto, Piedad Figueroa es la más indicada para su impulso por cuanto fue ella que formó parte de la formulación de este proyecto, desde la antropología, la sociología, la cultura, puesto que siempre se ha hablado de la pertinencia en los saberes.
Por fortuna tenemos una mujer en la Secretaría de Educación, en hora buena, que es una poeta; y tanto mejor si a la mujer, poeta, educadora, le sumamos el ingrediente esquivo de la administración pública: la honradez. Muchos éxitos en su desempeño, señora secretaria de educación.
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