La Defensoría del Pueblo realizó una visita al municipio de Mosquera, en Nariño, donde la situación de riesgo de desplazamiento masivo y confinamiento se ha agravado debido a los combates entre grupos armados.
El pasado domingo 28 de abril, en respuesta a la invitación de la parroquia local, funcionarios de la entidad hicieron un recorrido por las comunidades de Cocal Jiménez, Jicrillal y Alto Guandipa, adscritas al Consejo Comunitario Odemap Mosquera Sur.
En Cocal Jiménez hay una comunidad en riesgo de desplazamiento masivo, debido a enfrentamientos entre grupos armados el pasado 2 de abril. Sobre este corredor opera la Segunda Marquetalia.
En cuanto a Jicrillal, los funcionarios encontraron un territorio desolado porque hace tres años salieron las últimas familias en condición de desplazamiento masivo, debido también a enfrentamientos armados. Varias familias expresaron su deseo de retornar a sus territorios.
Y en Alto Guandipa hay un ambiente de zozobra y temor. Fueron los niños de una escuela quienes recibieron a la comisión de la Defensoría del Pueblo, ya que los adultos tienen miedo de ser amenazados.
En esta zona hay restricciones a la movilidad. Las personas que ingresan después de las 6 de la tarde deben pagar una multa de $500.000, por eso se ven obligados a pedir permiso a la Segunda Marquetalia Coordinadora del Pacífico para entrar y salir de la región. Allí, la Defensoría del Pueblo compartió con la comunidad a través de la música y acompañó la entrega de sillas para niños y niñas de la institución educativa, luego de la gestión realizada por la parroquia.
Por último, la Delegada para los Derechos de la Población en Movilidad Humana busca realizar una misión humanitaria, en conjunto con agencias de cooperación internacional. Además, se revisará el plan de retorno de las comunidades de Jicrillal.
Fuente y foto: Defensoría del Pueblo