La maldición del piedemonte

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Endulzando las palabras
Por Iván Antonio Jurado Cortés
iajurado@yahoo.com
El hecho de vivir en Colombia, estamos
expuestos a cualquier tipo de curiosidad, espectáculo, folclorismo
o actitudes
que nuestra masa cerebral sutilmente ha ido aceptando como normales, pero para
el resto de mortales en el planeta, son sorprendentes. A nivel administrativo, político, cultural, deportivo y
comunitario, a diario escuchamos hechos que nos parecen humorísticos, solo que
en el fondo todos estos casos son nocivos al desarrollo social.

Es inadmisible que departamentos productores
de hidrocarburos que por muchos años recibieron recursos extras por regalías,
hasta el momento no hayan resuelto necesidades básicas, y solo, cuando  se implementó el nuevo Sistema General de
Regalías, el resto del país pudo darse cuenta de los altos niveles de corrupción,
alrededor de estos aportes estatales
; convirtiéndose en excelentes bastiones
económicos y políticos de particulares.
Pero el asunto no para en ese escenario; aquí,
muy cerca de nosotros, en el departamento de Nariño, desde hace décadas una
exuberante región conocida como piedemonte costero, viene siendo blanco de
distintos ataques discriminatorios, auspiciados la mayoría por la negligencia
estatal. Para muestra un botón: los 56 kilómetros de vía si se puede llamar así
a una entrada que comunica a históricos municipios como Barbacoas, Maguí Payán
y Roberto Payán con el resto del departamento y el país
.
Desde hace décadas se escucha la misma
lamentación, ‘que plata hubo para la ampliación y pavimentación de la vía, pero
toda se la robaron’. Las generaciones transcurren con una postura impotente de
observar en la sumisión a un pueblo inocentemente ilusionado, con una solución
definitiva a un endémico problema que carcome la resistencia de la poca
esperanza que sucumbe en la inmensidad de la desesperación
.
Son miles de millones de pesos los que se
registran en amarillentos documentos que yacen en oxidados anaqueles del
gobierno departamental y nacional. La pregunta es: ¿Dónde están dichas
inversiones? Irónicamente la respuesta es común en la ciudadanía afectada; sin
embargo, nadie tiene la facultad suficiente para expresar lo contrario, y las
razones no se dejan esperar, más que justificadas: “primero está la vida sobre
cualquier otro menester”.
Como para complementar el cuadro de crueles
antecedentes; alguna vez un reconocido político de la región, oriundo de
Barbacoas, en su afán por llegar al Congreso de la República, llego en
helicóptero  con fines proselitistas, lo
insólito fue que este personaje, como cualquier ‘caballero de la politiquería’
populista, con el ánimo de asegurarse unos ‘voticos’, llevó cinco mil pares de
botas, les entregó una bota y la otra se las guardó hasta que votaron por su
intención
.
Este tipo de actitudes son las que
desconciertan el alma, quebrantan la certidumbre y martirizan progresivamente
la mentalidad humana. Es una maldición que el piedemonte soporta desde que se
descubrió a Barbacoas y sus vecinos municipios como productores de oro.
Sarcástico, pero real, una tierra supremamente rica, con llanuras fértiles,
ríos navegables y cargados de alimento, siempre este padeciendo las peores
necesidades
.
Hoy, gracias a las redes sociales podemos
conocer a detalle la desgracia de esta población indígena y afrodescendiente,
acantonada en la rivera de los ríos Telembí, Patía, Maguí y otros afluentes de
gran interés para los devoradores de la naturaleza. Como si esto fuera poco,
decenas de maquinaria pesada acribillan la tranquilidad fluvial de esta
condenada región, que no le queda sino confiar en la misericordia y justicia
divina, porque la terrenal ya no existe
.
La vía a Barbacoas, es el reflejo de una
maldición equivocada, que insistirá en ensanchar su intención en contra de la
nobleza y humildad popular
. Sus representantes son estándares de definición
seudodemocrática en un país de función eclesiástica preocupado por salvar el
alma.
Este es un espacio de opinión destinado a
columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas
pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a
este fin por el blog Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición
de este medio digital.

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