
Por Ramiro García
La música es un producto cultural con múltiples propósitos: facilita expresar emociones, sentimientos, energía, circunstancias, pensamientos, etc., también alivia tensiones, temores y ansiedad. En casos más sublimes, es una extraordinaria compañía. Me encanta la música y sus diversos géneros, desde el bambuco hasta una sensible pieza de jazz. En fin, la música es el idioma universal del ser humano.
En nuestro pueblo ha tenido un enorme significado cultural, religioso, social y recreativo. Nada mejor que recordar la historia fotográfica de aquellas bandas musicales sandoneñas, con nombre propio: Santa Cecilia (la patrona vinculada con la música, pues en cada imagen aparece tocando el arpa), y Gardel (supongo que en honor a “el mudo” Carlos Gardel, el afamado cantor y músico de tangos).
Podría escribir un largo texto sobre este fascinante tema, pero hoy solo deseo expresarles a quienes nos deleitan con sus acordes, magia y feeling, un reconocimiento por transmitirnos su pasión musical.
Con fotografías prestadas, comparto registros de las bandas Santa Cecilia y Gardel.


Así como el momento histórico de una inédita presentación del “Pote” Mideros y “Lalo” Maya, maestros de maestros.

Saludos para nuestros músicos.