La diseñadora industrial Milena Linares, en colaboración con el licenciado en artes visuales Edwin Potosí, pintó un mural en la calle 13, junto a la avenida Centenario, en Sandoná.
Este proyecto, respaldado por la Dirección Administrativa de Cultura de Nariño a través de la convocatoria departamental de estímulos, se enfocó en resaltar la flora y fauna del municipio, con un especial énfasis en las plantas medicinales locales.
Un mural inclusivo
El proyecto se destacó por su enfoque inclusivo, involucrando a jóvenes en condición de discapacidad. “Este mural no solo es una obra artística, sino un espacio de participación y reconocimiento para esta población. Ellos pueden pintar, les gusta, y siempre cuentan con nuestra colaboración,” señaló Milena Linares.
Con un equipo de aproximadamente 15 participantes, el taller fue un espacio para explorar su creatividad y demostrar sus habilidades. Según la diseñadora, aunque el aprendizaje puede ser más lento, el compromiso y el entusiasmo de los jóvenes garantizan resultados satisfactorios.
Arte y formación continua
Además de liderar este proyecto, Milena lleva más de cinco años trabajando con esta comunidad en la creación de productos artesanales. Junto a ellos, ha explorado técnicas contemporáneas con materiales tradicionales como la paja toquilla y el papel maché, logrando exhibir sus productos en ferias locales y en redes sociales.
Para el próximo año, Milena planea enfocarse en dos temas clave: las figuras del carnaval y los productos artesanales, con el objetivo de seguir fortaleciendo las capacidades artísticas y culturales de los participantes.
Inclusión y comunidad
Linares destacó que el apoyo de la comunidad sandoneña ha sido fundamental en el proceso de inclusión. “Afortunadamente, no percibo discriminación hacia los jóvenes. Al contrario, son muy respetados y queridos por la comunidad,” comentó. Este proceso de reconocimiento social se ha fortalecido con la exhibición de sus trabajos, que demuestran sus capacidades y habilidades.
Un llamado a la acción
Como mensaje final, la diseñadora instó a continuar trabajando por la inclusión desde todos los sectores de la comunidad. “Es importante que brindemos oportunidades a todas las poblaciones, especialmente a las personas con discapacidad, para que participen y se fortalezcan,” expresó.
El mural, más que una obra artística, se convierte en un símbolo de inclusión y creatividad que celebra la riqueza cultural y el espíritu comunitario de Sandoná.