Visión de mujer

Por Elsy Melo
Maya

elsy.ya@hotmail.com 

El paro de los
transportadores de carga, el cual corresponde al número 13 en los últimos 15
años, se convirtió en uno de los más
largos en el país, por cuenta de las mismas problemáticas  de siempre, relacionadas con el crecimiento
de la oferta en el servicio, una inadecuada regulación y la ausencia de
planeación del sector, pero además, agravado por cuenta de las fuerzas oscuras
infiltradas y la corrupción denunciada por la misma agremiación y los funcionarios del gobierno nacional.

Los colombianos
podemos solidarizarnos con las justas reclamaciones de un gremio, pero nunca
serán aceptables las manifestaciones violentas y menos cuando detrás del caos presentado, actúan al parecer las mafias del transporte,
con pretensiones que sobrepasan cualquier expectativa, que lesionan
visiblemente los derechos de otros sectores y de la sociedad en general y que
lamentablemente terminan beneficiando en
su mayor parte, a los que dominan el monopolio del transporte en Colombia,
incluso propiciando el lavado de activos,
según se ha informado.

Mientras ellos
manipulan a los conductores y los incitan al atropello y a la parálisis
general, la comunidad  tiene que soportar
las consecuencias y toda clase de abusos, como cuando los taxis por ejemplo,
deciden sin la menor consideración, impedir el libre tránsito por determinadas calles, claro está, las más
congestionadas y en el horario que mayor problema y congestión cause. A ello se
suma el encarecimiento de todos los productos, pues aunque seamos un
departamento agropecuario por excelencia, también por cuenta del paro, los precios se incrementan a la voluntad del
expendedor. Es decir, que adicional a los contratiempos propios del paro, es
evidente  el aprovechamiento que cual más
quiere hacer, para que el mismo le termine beneficiando de cualquier
manera  y en detrimento de la mayoría.
Por todo ello, bienvenidas las medidas asumidas por el gobierno en contra de
las actuaciones delincuenciales asumidas por determinados transportadores y
particulares.

Ojalá que
lleguemos a este 20 de Julio Día de la Independencia, con libertad para
transitar, para viajar, para comprar a precios justos, con posibilidad de
acceder libremente a los diferentes
servicios y productos, y por supuesto con tranquilidad y paz incluida.

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