El despertador del sur
Por: Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com
El pasado 7 de agosto de 2022 Colombia escribió una de las páginas más singulares de su historia pero sin duda será una página que quedará escrita en letras de oro, en letras de molde, una página que las fuerzas políticas de derecha que desde hacía más de 200 años venían dominando y gobernando nuestro país, jamás pensaron que se llegaría a escribir, pues esta página brillante y esperada por el pueblo, señala que el 7 de agosto de 2022, empuñó el solio de Bolívar, llegó a la casa de Nariño, al Palacio de San Carlos, Gustavo Francisco Petro Urrego, de 62 años de edad y que se constituyó en el primer Presidente de Izquierda, el presidente que representa las clases populares de Colombia.
Una página que el pueblo quería escribir incluso desde 1926 cuando nace la izquierda colombiana, pero es desde 1970 cuando la izquierda ha madurado y va tomando fuerza, cuando aparece Ignacio “Nacho “Vives de la UNO, Unión Nacional de Oposición; se la busca escribir después con Jaime Pardo Leal, JUCO; Bernardo Jaramillo Ossa, UP; Carlos Pizarro Leóngómez, del M-19, los tres vilmente asesinados por las fuerzas oscuras del Estado.
Luego, en esa búsqueda del Poder por la izquierda colombiana, surge Antonio Navarro Wolf, del M-19: Luis Eduardo Garzón, del Polo Democratizo Alternativo y Carlos Gaviria Díaz, del Polo democrático Alternativo; siempre derrotados en las urnas por las fuerzas políticas de derecha quienes para ellos jamás llegará al Poder un candidato de Izquierda, no obstante el talante del candidato, hasta llegar hoy triunfante, Gustavo Francisco Petro Urrego.
Quienes desde que cumplimos nuestros 21 años de edad hemos votado por el candidato de izquierda, de verdad que hoy nos sentimos altamente complacidos pues al fin triunfó el pueblo, un triunfo que obviamente ha constado cientos de muertos entre candidatos presidenciales y pueblo opositor a los gobiernos de turno, quienes jamás pensaron que el sueño del pueblo colombiano, de llevar a un candidato a la casa de Nariño, se hiciera realidad.
Hoy solo nos queda con la fe del carbonero que siempre hemos tenido que el Gobierno de Petro sea uno de los mejores en la historia de Colombia y que con la ayuda del Todopoderoso, de la Virgen María, y del brazo del pueblo, haga de Colombia un paz, participativo, incluyente, en Paz, y con justicia social, beneficiando primero a las clases populares sin excepción alguna.