Salmón en salsa de ironía

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La columna rota
Por Mario Rodríguez
Nado contra la corriente por convicción moral.
Camino en contravía por fe poética.  Sólo
así mato deliciosamente a Apolo y resucito felizmente a Dionisio. Mis lugares
son lugares por la ruptura que hago en su funcionalidad. Soy un ciudadano
peligroso en el sentido de poetizar lo que se me atraviesa, de desorientarme…
como los salmones, viajo por el río de la vida contradiciéndolo para, después
de largos años, morir cansado en el éxtasis de una amante cualquiera
.
Debe ser por eso que amo a mi pueblo. Mi
Sandoná del alma. Pueblo lindo, pueblo de contracorriente, pueblo de contravía,
pueblo irónico
; pueblo poético… cuando estoy en él me siento pleno y me
embriago de sus imágenes. Macondo es un pueblucho aburrido frente a mi Sandoná.
En las calles de mi pueblo hay flechitas
dibujadas con pintura blanca que los vehículos soslayan sin miedo. Hay letreros
de “PARE” para que la gente “SIGA”. Todos nos parqueamos donde nos place.
Botamos basura como adornando obras de arte vanguardistas. Todo es ironía. Todo
está ahí para contradecirse
. Qué gente más hermosa… Estoy feliz…
Estoy muy feliz, de verdad lo digo. Parece que
la ironía por fin ha recuperado su buen nombre
. Hace rato que reina el
desorden. Los Alcaldes se entregaron al olvido… qué dicha el olvido… Oh el
olvido, qué sería de la poesía sin el olvido.
Parece que la Policía tiene una autoridad
metafórica y su oficio es ir en sus patrullas, calle arriba y calle abajo
contemplando el caos… qué poética se ha vuelto la Policía… qué fantástica… en
el siglo XXI tenía que haber una Policía contempladora… ¡SALUD!

Parece que los del Tránsito son tiernos eufemismos
del orden, artificios coloridos de senderos delirantes. Parece que cada quién
hace y deshace como los buenos poetas… qué viva la poesía, que viva el caos,
que viva el desorden, que viva Sandoná… mi pueblo lindo, pueblo de mis amores…
pueblo propicio para escribir mis versos locos
.

Author: Admin

2 thoughts on “Salmón en salsa de ironía

  1. Mario: Lo que Ud. plasma en su escrito es la pura realidad. Lo he percibido y lo he vivido cuando voy de visita a mi pueblo. Sin embargo, como Ud. también lo afirma, a pesar de todo eso, nuestro Sandoná es muy bello y hay algo que nos "jala" para estar allá.

  2. Que buen relato de una agonía en un pueblo que no muere, donde la vida se plasma día a dia en esas calles que aunque pavimentadas se ven polvorientas y una "chorrera" si angua pero con muchos que aunque ya no estamos aun seguimos en Nuestro bello Sandoná.

    Gracias Mario…

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