Un sector de la vereda Roma, municipio de Sandoná, se hunde diariamente por acción de la falla geológica Manchabajoy y por el invierno que estuvo muy intenso en el último mes y medio.
Esa es la explicación que tienen los moradores de esta vereda, ubicada a 4 kilómetros del sector urbano de Sandoná, en la vía que comunica esta localidad con el municipio de Ancuya, conocida como “la vía corta”.
Varios moradores en estos días recogieron sus pertenencias y se salieron a Sandoná, en medio de la tristeza de observar que las viviendas empezaron a agrietarse y a volverse peligrosas para habitarlas.
Pero la acción de la falla geológica no únicamente se evidencia en las construcciones, sino también en la vía que en unos 400 metros, hacia arriba del kilómetro 4, empezó a agrietarse y a complicar el tránsito de todo tipo de vehículos, especialmente los más grandes.
Un poste, ubicado al lado izquierda de una curva, empezó a voltearse y en este movimiento arrancó las cuerdas de energía de media tensión.
De igual manera el sistema de acueducto que abastece a las comunidades de Roma, Chupadero y Portoviejo se afectó porque la tubería se cortó en los sitios en donde se abrieron las grietas.
Los usuarios del acueducto recurriendo a su creatividad conectaron mangueras que son más flexibles que los tubos, para continuar con el servicio de agua potable.
La señora Elsy Martínez señaló con un poco de tranquilidad que hasta el momento su casa no se ha agrietado, sin embargo señala que dos “abras” (grietas de gran tamaño) pasan a unos metros más arriba.
Con un poco de esperanza manifestó que tan pronto pase el invierno los hundimientos se detendrán, como ha sucedido en los últimos años.
Dos construcciones prácticamente quedaron en ruinas, la primera la que perteneció al señor Alfonso Martínez (QEPD), que tenía un patio grande a un nivel por encima de la carretera. Entre los escombros quedó una urna en donde estaba la imagen de un santo.
La otra construcción devastada por la falla geológica es la que sirvió durante varios años como escuela de la vereda y que después fue acondicionada como puesto de salud. Aún está el tablero en donde los niños aprendieron sus primeras letras y números y en otro lugar quedó una camilla.
Una parte del patio está hundida unos 80 centímetros con relación a la otra parte y un poco más al norte se hizo un profundo hueco que al parecer era el lugar donde se depositaban las aguas negras de la escuela y posteriormente del puesto de salud.
En la otra parte de la construcción que hizo parte de la escuela, sirvió de albergue a la familia de la señora Graciela Rodríguez, quien salió el pasado 15 de enero a una vivienda ubicada en la vereda Portoviejo.
“No se cómo pudo vivir en este lugar la familia Rodríguez durante los últimos días”
El “sector crítico”, por donde empezó a evidenciarse la falla en diciembre de 2019 y sobre el cual se ha escrito varias notas periodísticas cada semana se hunde más.
Para poder conservar la vía los moradores del corregimiento han realizado varias mingas y en la más reciente utilizaron las piedras que sacaron de los muros de gaviones.
El hundimiento en este lugar es muy evidente comparado con la situación presentada del pasado 4 de enero cuando se realizó una reunión de la comunidad con funcionarios del Gobierno Departamental y Municipal, en el cual se hicieron importantes anuncios sobre la intervención en este lugar por valor de 394 millones de pesos.
Varios usuarios de la vía la continúan utilizándola a pesar de las dificultades y del riesgo para transitar por este sector y del cierre que ordenó el gobernador Jhon Rojas Cabrera.
Otras viviendas un poco más arriba ya empezaron a agrietarse como lo expusieron sus propietarios o arrendatarios, en medio de la impotencia.
La falla geológica Manchabajoy atraviesa el municipio de Sandoná por la parte occidental y en diferentes épocas ha afectado viviendas y predios ubicados en los corregimientos de San Miguel, Roma Chávez, San Bernardo y Bolívar.
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