
Visión de mujer
Por Elsy Melo Maya
elsy.ya@hotmail.com
La participación de la mujer en el deporte a nivel competitivo, tampoco se escapa de la lucha que históricamente ha tenido que emprender para que le sean reconocidos sus derechos. Lo propio ocurrió en relación a los juegos olímpicos: tan solo hasta 1.990 se aprobó su participación y solo en deportes considerados de corte femenino, siendo la tenista Charlotte Cooper la primera campeona olímpica, entre las 22 mujeres participantes.
Ante la persistencia del movimiento feminista, para los juegos de 1927 se admite su participación en las modalidades de atletismo, natación, gimnasia y esgrima y se inscribieron 300 mujeres, significando el 10% del total de participantes; en los juegos olímpicos de Atenas del 2004, se constituyeron en el 40%; en Londres, año 2012 la presencia femenina fue del 46% y aunque en los olímpicos del Brasil disminuyó su participación, el número de medallas olímpicas femeninas, se registró como un récord con el 44% sobre el total de los participantes, evidenciando así, un campo más en el cual la mujer demuestra con esfuerzo y sacrificio constantes, la superación pese a las circunstancias adversas, impuestas desde siglos atrás por la sociedad y los fundadores de las olimpiadas en la Antigua Grecia, donde las mujeres no se consideraban aptas para participar en esta clase de eventos considerados de exclusividad para los hombres, restringiendo incluso su asistencia tan solo para las mujeres solteras.
Si hablamos de Colombia, su historia en los juegos olímpicos comienza con el sueño de un hombre; sin que existiera el Comité Olímpico Colombiano, el cual se funda hasta 1934 y es aprobado por el Comité Olímpico internacional en 1948, Jorge Perry Villate decidió imponerse la meta de participar en la prueba de maratón en los Juegos de Los Ángeles 1932.
Si bien las medallas olímpicas tan solo se logran hasta 1972 con el tirador Helmut Bellingrodt y los boxeadores Clemente Rojas y Alfonso Pérez, desde entonces Colombia ha obtenido un total de 5 oros, 9 platas y 14 bronces, alcanzando el primer oro en Sídney 2000, orgullosamente con la participación de una mujer, María Isabel Urrutia en halterofilia. Lo propio en 2012 y 2016 cuando se lograron 3 oros: Mariana Pajón en BMX Racing, Catherine Ibargüen, en atletismo-triple salto y Óscar Figueroa en halterofilia, para concluir satisfactoriamente que sin considerar los de Tokio, las 28 medallas se lograron por igual entre mujeres y hombres, sin embargo 4 de los 5 oros, fueron obtenidas por mujeres. Y seguimos expectantes las actuales competencias con nuestras mujeres deportistas, que se distinguen por su profesionalismo y por ser consagradas luchadoras en su vida misma, la cual da fe de todos los obstáculos que han debido superar para alcanzar sus metas. Un ejemplo más a seguir.
Agosto 2 de 2021
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