No maltratemos el idioma

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El despertador del sur
Por Jorge Arturo Bravo
despertadordelsur@hotmail.com

El pasado sábado 23 de abril, todos los colombianos, nariñenses y pastusos, en particular, lo mismo que los países de habla hispana, celebramos el Día Universal del Idioma, del idioma castellano, las instituciones educativas con diferente actos lo hicieron el pasado viernes otros en la presente semana; y es, sin duda la ocasión más bella para hacer una reflexión especialmente en los bancos escolares, a cerca del buen trato que debemos darle a nuestro rico idioma castellano.

Todos, sin excepción alguna, tenemos el deber legal, ético y moral, si se quiere, pero especialmente de quienes somos personajes públicos, dígase los funcionarios de gobierno, y entre ellos quienes ejercemos la noble misión de educar y formar: los maestros y al lado de estos también están, deben estar, quienes diariamente, ejercen el más bonito de los oficios: el periodismo y la locución

Quiénes? sino somos los maestros los que desde los bancos escolares, los llamados a moldear entre nuestros discípulos, nuestros estudiantes, desde los más pequeños, desde el jardín preescolar, primaria y bachillerato y aún en los mismos bancos universitarios, nunca es tarde para aprender, el bello arte de hablar, pero hablar bien y junto a los maestros, no olvidemos que los padres son los primeros maestros, pues, desde el hogar empieza el buen decir.

Pero en esa tarea también, están comprometidos los periodistas y locutores quienes a diario tienen contacto, a través de la radio o de un periódico, de una revista, con toda la ciudadanía, los oyentes y lectores sin distinción alguna, ricos y pobres, campesinos y citadinos, hombres y mujeres, niños, jóvenes, adultos y ancianos, a quienes deben llegar con un lenguaje claro, elocuente, elegante, lleno de armonía, belleza y calidez.

Un lenguaje sin rebusques de términos y palabras dejando a un lado el “lenguaje populacho”, que no solo afean y destruyen el castellano, sino que, muchas veces, conducen al malestar, al deterioro de la sana convivencia, pues no olvidemos que un término mal dicho, mal empleado puede ocasionar hasta una guerra mundial, acaso no hemos escuchado de la sabiduría popular la expresión: “No es lo que dices sino cómo lo dices”? Así pues, a darle, esplendor y belleza a nuestro hermoso idioma castellano.

Este es un espacio de opinión destinado a columnistas, blogueros, comunidades y similares. Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores que ocupan los espacios destinados a este fin por la página Informativo del Guaico y no reflejan la opinión o posición de este medio digital.

Author: Admin

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