
Por Geovanny Enríquez Martínez
espartacos959@gmail.com
Cuando se escondió el poeta, quedo muda la canción, sus versos también sin voz se abrazaron a la burbuja de un transeúnte recuerdo.
Todo empezó un martes de marzo, los fantasmas de la noche empezaron a salir.
Mientras los sueños dormían, se despertaban los miedos y el llanto fue como lluvia de abril; la angustia y la melancolía se filtraban en las grises grietas de las paredes vacías.
Cuando se encerró el poeta, todo quedó en silencio; las calles sin sonrisas los muros sin pintor, y de un quinto piso ebrio con los recuerdos, observo la injusticia, la miseria y la muerte jugar cartas en las esquinas sin nombre de mi pequeña ciudad.
Y hasta mi ventana llega el olor de los fantasmas pasajeros; entonces comprendo que somos prisioneros del tiempo, camicaces de fantasías; sin canciones, sin versos se nos va la vida por un hueco, que deja el tiempo; por las cornisas del alma viaja vida, tiempo y dolor.
Felicitaciones paisano, gran poema, q profundidad,,, tenemos que seguir luchando on nuestros propios fantasmas…hasta que algún día no muy lejano veamos la luz.